San Antonio de Padua

San Antonio de Padua, sacerdote y doctor de la iglesia

(1195-1231)

Fernando Martim de Bulhões, como era el nombre secular de San Antonio, nació en Lisboa en 1195 (por eso en Portugal se le conoce como Antonio de Lisboa) en el seno de una familia acomodada y respetada. Su madre era Maria Teresa Taveira y su padre Martinho Alfonso de ‘Buglioni (Martinho Alfonso de Bulhões), caballero del rey y, según algunos, descendiente de Godofredo de Bouillón. La residencia de la noble familia estaba cerca de la catedral de Lisboa, donde fue bautizado. Aquí recibió su primera educación espiritual de los canónigos de la catedral. Se cree, pero no es seguro, que su padre le orientó hacia la profesión de las armas.

En 1210 Fernando ingresó en la Orden de Canónigos Regulares de San Agustín. Pasó sus dos primeros años en la abadía de São Vicente en Lisboa, y luego se alojó en el monasterio de Santa Cruz en Coímbra, entonces capital de Portugal. Permaneció en este monasterio unos ocho años, dedicándose con diligencia a los estudios teológicos. Probablemente fue aquí donde se ordenó sacerdote. 

En 1220 Fernando decidió abandonar a los canónigos y unirse a la Orden de San Francisco. Como él mismo subrayó más tarde, el impulso decisivo para hacerse fraile menor fue la expedición misionera de los franciscanos a Marruecos para convertir a los musulmanes africanos. En 1219 los cinco frailes que iban a esta misión sufrieron el martirio en África. Sus cuerpos fueron devueltos a Coímbra, de lo que fue testigo. Queriendo subrayar aún más este marcado cambio en su vida, decidió cambiar su nombre de bautismo: de Fernando a Antonio, en honor del santo abad oriental a quien se había dedicado la ermita de Olivais, en Coímbra, donde vivieron los primeros franciscanos portugueses y también él.

Como franciscano, se involucró en las actividades pastorales y a la predicación. Sus sermones se hicieron famosos. Su especial don de elocuencia atraía hacia él a grandes multitudes. Pronto partió hacia Marruecos para predicar allí. Sin embargo, una enfermedad le impidió continuar su viaje. Se quedó cerca de Forlì (Italia), donde trabajó con los pobres y los sin hogar. Luego ejerció el ministerio en Lombardía, según los deseos de sus superiores, además de enseñar en las universidades de Montpellier y Toulouse. También fue enviado del Papa Gregorio IX, quien llamó a sus sermones un cofre bíblico y le ordenó que escribiera sermones para los días de fiesta. El 30 de mayo de 1227 Antonio fue elegido provincial y durante los tres años siguientes se dedicó a escribir sermones. En junio de 1230 el Papa le relevó de estas funciones, momento en el que Antonio se instaló en el monasterio de Santa María de Padua. Al año siguiente enfermó gravemente de hidropesía y murió el 13 de junio de 1231, a la edad de 36 años. 

El 30 de mayo de 1232 el Papa Gregorio IX le declaró santo, lo que ocurrió sólo 352 días después de su muerte, que el periodo más corto de la historia de la Iglesia. El 16 de enero de 1946 el Papa Pío XII le proclamó Doctor de la Iglesia; también se le conoce como el “Doctor Evangélico”. Su memoria o fiesta en la Iglesia católica se celebra el día del aniversario de su muerte (13 de junio) y se festeja fastuosamente en Lisboa.

En la iconografía, San Antonio aparece con el hábito franciscano. La mayoría de las veces aparece con el Niño Jesús, al que sostiene en brazos. Se refiere a la leyenda de la visita del Niño Jesús a Antonio, que le besó y le aseguró el amor de Dios. Sus atributos son: un libro – símbolo de aprendizaje, un lirio – pureza y un fuego o corazón llameante – celo. Cabe señalar que el libro también hace referencia al legendario robo del salterio, que contenía notas para sermones. El santo desamparado, tras una larga búsqueda, pidió ayuda a Dios en la oración. Entonces, el ladrón arrepentido, bajo la influencia de la gracia de Dios, regresó y devolvió el salterio. El libro también puede referirse a la Biblia, pues era la lectura predilecta de Antonio. El libro es también el símbolo de un profesor de teología. Antonio era un predicador muy respetado y se le llamaba “martillo de herejes”.

Bibliografia:

  • Vita e miracoli di Sant'Antonio da Padova, Firenze 1880.

  • Święty Antoni Padewski. Jego żywot, dzieła i współczesne dzieje, Warszawa 1884.

  • Salvini A., Sant’ Antonio di Padova, Cinisello Balsamo 1989.

  • St. Anthony, Doctor of the Church, Franciscan Institute Publications, 1973.

  • Niezgoda C., Św. Antoni z Padwy. Życie i nauczanie, Kraków 2002 (Biblioteka Myśli Franciszkańskiej, 6).