San Pío V

Por voluntad del Papa Pablo IV, se convirtió en obispo en septiembre de 1556 y en cardenal en marzo de 1557. Tras la muerte de Pío IV, el 7 de enero de 1566, Antonio Michele Ghislieri fue elegido Papa y tomó el nombre de Pío V. Fue coronado el día de su cumpleaños. Decidió continuar viviendo la vida a la que estaba acostumbrado, de acuerdo con la regla monástica. Este asceta, monje, ex inquisidor, dedicó todo su pontificado a la reforma de la Iglesia y a la lucha contra la herejía. Aplicó las decisiones del Concilio de Trento. Prohibió a los hijos del clero heredar bienes eclesiásticos, ordenó a los obispos que se quedaran en Roma que regresaran a sus diócesis y a los monjes que se quedaran, en contra de las reglas monásticas, fuera de los monasterios – a  sus congregaciones. Aunque acató las reglas estrictas y aprobó sentencias de la Inquisición, fue considerado un juez justo. En 1567 proclamó Santo Tomás de Aquino el Doctor de la Iglesia y ordenó la publicación de todas sus obras. También hizo esfuerzos para que se reimprimieran los libros litúrgicos y se publicara por primera vez el catecismo de la Iglesia.

En 1570, el Papa Pío V publicó la bula papal Regnans in Excelsis, por la que excomulgó a la reina Isabel I de Inglaterra por herejía y persecución de los católicos en su país. También organizó la creación de la Santa Liga antiturca, una alianza de estados católicos contra el Imperio Otomano. La victoria de las tropas de los países cristianos sobre las tropas otomanas en la Batalla de Lepanto en 1571 fue atribuida por el Papa a la intercesión de la Santísima Virgen María. En memoria de esta victoria, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de la Victoria.

Murió el 1 de mayo de 1572 en el Vaticano en olor de santidad. Originalmente fue enterrado en la Basílica de San Pedro, pero en enero de 1588 sus restos fueron trasladados a la Basílica de Santa María la Mayor (ital. Basilica di Santa Maria Maggiore). En el centenario de su muerte, Clemente X lo beatificó. Cuarenta años después, Clemente XI lo proclamó santo. Según el calendario litúrgico, su memoria se conmemora en abril.

En la iconografía de San Pío V se muestra de varias maneras. A veces se le representa con un traje papal completo, otras veces con un hábito dominicano, pero lleva la tiara papal en la cabeza. Así se presentaba en la dicha imagen, sin embargo, en las paredes de este claustro hay otra representación de él, entre otros cuatro cardenales provenientes de la orden dominicana. En este azulejo tiene una capa cardenalicia roja, pero a diferencia de otros cardenales, este tiene una tiara en la cabeza, lo que indica que es un Papa. A partir de 1310 una tiara constaba de tres coronas; fue introducida por el Papa Clemente V. Tiene su simbolismo: la corona superior representa la Gloria de ser elegido como Siervo de los siervos de Dios; la corona central representa el Poder dado por Cristo a Pedro para “atar y desatar” en la tierra y también en el cielo; y el inferior representa la autoridad sobre la Iglesia universal.

Sus otros atributos, que se pueden encontrar en la iconografía, son también la Madre de Dios y el rosario, que hacen referencia al culto mariano, que fue importante en la vida del Papa. Es con él que se asocia la fiesta de Nuestra Señora de la Victoria, que más tarde pasó a llamarse Nuestra Señora del Rosario. También se le puede encontrar con una espada de fuego, atributo que nos recuerda la lucha decisiva que libró con los apóstatas de la fe católica; también alude a su preocupación por la pureza de la fe y la moral.